Como ocurre con otras frutas, de la cáscara de mandarina se puede obtener un aceite esencial, cuyas propiedades son muy útiles en la medicina. Las más importantes son: antisépticas, antiespasmódicas, depurativas, sedantes, estomacales y tónicas. Hoy te explicaremos en qué consiste cada una de ellas.
Propiedades antisépticas
El aceite de mandarina tiene ciertos componentes que eliminan las bacterias que pueden atacar el cuerpo humano y evita la propagación de infecciones. Se puede aplicar externamente en heridas abiertas o por vía oral para que tenga un efecto uniforme en todo el cuerpo.
Propiedades antiespasmódicas
Cuando hablamos de espasmos no nos referimos solamente a los musculares, estos pueden producirse en el sistema digestivo, respiratorio y nervioso; también pueden causar problemas respiratorios, tos, asma, congestión, convulsiones, diarreas, afecciones nerviosas, entre otros. El aceite de mandarina relaja la tensión de los sistemas orgánicos mencionados y alivia los espasmos.
Propiedades depurativas
Esta sustancia es purificadora de la sangre. Ayuda a eliminar las sustancias tóxicas, como el ácido úrico, contaminantes, sales y agua del cuerpo, a través del sudor, la orina y los excrementos. Además, aumenta la capacidad de los glóbulos rojos para retener oxígeno, por lo que refresca y depura la sangre.
Fuente: buenasalud.net